lunes, 19 de octubre de 2009

Nuevo, San Mamés Barría

Nuevo estadio de San Mamés Barria. ACXT arquitectos.


Bilbao ha presentado hoy el que será su nuevo estadio de fútbol, con la vista puesta en el mundial que esperan celebrar las federaciones portuguesa y española en 2018. Pero el equipo de arquitectos ACXT, ¿ha logrado vencer el reto que supone sustituir la catedral del fútbol español?

He de reconocer que pese a ser aficionado de la Real Sociedad, eterno enemigo deportivo del Athetic de Bilbao, San Mamés siempre me ha fascinado. Y lo ha hecho pese a estar más que fatigado tras un siglo en funcionamiento y las reformas, que sobre todo se hicieron para el mundial de España y que consumieron el poco espacio que le ofrecía la trama urbana bilbaína. La verdad es que está viejo, es incómodo para el aficionado y sus accesos distan de ser funcionales... pero una vez empieza el partido, quien realmente se siente poderoso es el aficionado roji-blanco y quien sufre de incomodidad es el rival deportivo, asustado por la historia futbolística que le rodea y una afición que siempre aupará a su club. Es la afición más respetuosa y solo protestará por el resultado cuando suene el final del partido.

Y el nuevo estadio dista de gozar de esa personalidad que un equipo con la historia y la filosofía del Athletic reclama. Su protagonismo pasa de estar en la trama urbana decimonónica del ensanche de Bilbao, a como todo nuevo proyecto del "Botxo", en la ría, sobre un promontorio realmente privilegiado en frente de Deusto. El Athletic es Bilbao, y al contrario, ¿no debería seguir estando presente en ella su estadio?

De igual modo, la volumetría unitaria y monótona del recinto, no considero que responda a esa situación, siendo igual de alto el graderío en un fondo vecino de una calle de 20 metros de ancho, como en la zona visible desde la ría. Parece que la única preocupación fue la disposición interna de la grada, que con gran acierto, han sabido disponer cercana entorno al terreno de juego, captando ahora si el espíritu del antiguo campo. Aun así, poco o nada de nuevo podemos aprender de estos anfiteatros. Por su parte la piel externa habla de nuevo en metal, como hacen el Euskalduna, el Guggenheim y el mobiliario en torno al curso fluvial, reafirmando el lenguaje arquitectónico del entorno.

Solo aporta cierta personalidad una serie de balconadas rojas, color bilbaíno por excelencia, que si puede responder al espacio en torno al que se asentará el estadio, pero que veo insuficiente mimetismo. En mi opinión este estadio podría estar tanto en la capital vizcaína, como en Gijón. Una caja metálica redondeada en la que acoger 53.000 espectadores de fútbol.

Viejo San Mamés visto desde el centro de la ciudad.

2 comentarios:

  1. De acuerdo 100% contigo.
    Poca personalidad, poca capacidad de espectadores y poco en definitiva lo que se gana.

    Un saludo.

    Fdo: un seguidor del Athletic y su filosofía única en el mundo

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