Todos habréis oído hablar de Yoani Sánchez (en la foto), disidente cubana que combate la tiranía castrista desde su blog Generación Y , más aun estos días en los que tristemente ha sido noticia por las agresiones sufridas por ella y su marido. Pues bien, el 11 de octubre escribía lo siguiente:
En una isla donde adquirir cemento, bloques o acero es comparable a conseguir un poco de polvo lunar, destruir para edificar se ha convertido en una práctica común. Hay especialistas en sacar intacto un ladrillo de barro después de ochenta años incrustado en una pared, peritos en despegar los azulejos de una mansión demolida y diestros “deconstructores” que extraen las vigas de metal de los derrumbes. Usan lo rescatado para crear su propio espacio habitable, en un país en el que nadie puede comprar –legalmente– una casa. Sus “canteras” principales son aquellas viviendas que se han venido abajo o los centros laborales que la desidia estatal abandona durante largos años. Caen sobre ellos con una eficiencia en el despojo que ya quisieran tener los adormilados albañiles que laboran por un salario.
Aquí tenéis el enlace al artículo completo y un vídeo en el que se ven una serie de fotografías de un desmantelamiento: Arquitectura de la urgencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario