Teatros romanos españoles

Teatro romano de Cartagena. Museo y recuperación: Rafael Moneo.

Cuando en España hablamos de teatro romano, a la mayoría nos viene a la cabeza el de Emerita Augusta (Mérida), pero no deja de sorprenderme lo numerosos y populares que eran estos edificios públicos en la vieja Hispania: Mérida, Cartagena, Zaragoza, Cádiz, etc. Toda ciudad que se preciase disponía de una de estas edificaciones, e incluso hoy, nos sorprende como eran capaces de acoger a miles de personas, mayor número que cualquier teatro que encontremos hoy en la propia Mérida. A tal punto llegó la afición a las artes escénicas tras la explosión de la romanización que favoreció Augusto a finales del Siglo I AdC y la "Pax Romana", pese a que los cómicos sufrían de desprestigio social.

Y sorprendente también es, que aun hoy seguimos encontrando nuevos teatros. No hace mucho se descubrió el propio teatro de Cartagena, el de Zaragoza y más recientemente el de Medellín en Extremadura. El hallazgo del Teatro Romano de Cartagena en estos últimos años ha dejado al descubierto un monumento excepcional, que hace difícil entender, dadas sus dimensiones, cómo permaneció oculto durante siglos... Rafael Moneo, Arquitectura Viva 123.

Trabajos de recuperación del teatro de Medellín.

Si regresamos al caso de Carthago Nova (Cartagena), vemos como junto a la recuperación monumental, le acompaña otra urbanística y arquitectónica que ha de lidiar no solo con el teatro, sino con la iglesia de Santa María la vieja o el Palacio de Riquelme, siendo partícipe de un eclecticismo que pocos podrían afrontar. Es por eso que se optó por que Moneo realizase el proyecto debido a su experiencia anterior en Mérida y ampliación del Prado, entre otras obras.

Al igual que en el Prado, el edificio ha de salvar una cota considerable (17,01m) y ha de resolver su unión con los ya existentes de importante valor histórico y artístico. Con el palacio en un lógico "implubium" que nos da la bienvenida tras el recibidor y nos hace partícipes de la diferencia de edificaciones en el interior del edificio. Tras este, pasaremos igual que en la pinacoteca madrileña por una galería y finalmente un conjunto de escaleras mecánicas que nos ascenderán a cotas superiores en donde se encuentra el teatro. La exposición consta de elementos extraídos por los arqueólogos, siendo iluminada por estratégicos lucernarios.

Interior del Museo del Teatro de Cartagena. Vemos la diferencia de cotas, el juego de alturas, de luces y las escaleras que nos facilitan el cambio de cota.

www.teatroromanocartagena.org

Pero no creo que sea el último teatro que saldrá a la luz, pues muchos fueron construidos en llano (como el de Zaragoza o el Marcelo de Roma), una de las diferencias con los griegos (que aprovechaban laderas en las que excavar las cábeas) y tras siglos, quedan ocultos en las tramas urbanas. Hace tiempo escuché la teoría de que en las calles de Pamplona, podemos sospechar por su disposición, donde podría encontrarse dicho edificio público. En la confluencia de la calle Nueva con Jarauta, se forma una curva que casi corresponde a un perfecto semicírculo, que en época romana quedaría justo a las puertas de la muralla, entorno al ayuntamiento o Estafeta. Es por eso que el Burgo medieval construido encima, pudiese utilizar los cimientos romanos para su asentamiento y los materiales para iglesias o murallas.

Vista aérea de Pamplona y las calles en donde se pordría situar el teatro romano.

P.D. Añadir una curiosidad. En el Siglo III y II AdC, Roma aun no poseía un teatro construido, sino que las obras se estrenaban en estructuras provisionales de madera en el Foro. Era la época del autor cómico Plauto, su mote que hace referencia a algo canino. Es por este escritor que Disney llamó así a Pluto el perro, por su pronunciación en inglés.