viernes, 28 de agosto de 2009

Crisis del ladrillo y vivienda II


Aranguren y Gallegos. Viviendas de protección oficial en Carabanchel, Madrid.

Crisis del ladrillo y la vivienda (I)


Siguiendo con las reflexiones acerca de las necesidades de nuevas tipologías de vivienda, hay que plantear también la posibilidad de que nuestras casas varíen según nuestras necesidades, pues al principio, tras adquirir nuestra primera vivienda en propiedad, tal vez nos conformásemos con una habitación de matrimonio y una segunda de invitados, pero poder incrementar el número de estancias según fuésemos ampliando la familia, nos facilitaría abordar los pagos de forma más gradual, según mejorásemos al tiempo nuestros ingresos (si seguimos con la lógica de la vida, aunque hoy en día...).

En relación a esto, estudios como Aranguren y Gallegos (arriba), plantean viviendas capaces de liberar todas las zonas estanciales en un único espacio diáfano recogiendo los "tabiques" a modo de grandes puertas correderas. De esta forma la vivienda no solo puede liberar dormitorios sin uso para disfrute común, sino que también permite las reuniones de amigos con mayor amplitud, celebración de cenas y fiestas, e incluso, la mutación de la casa dependiendo del uso que reciba según la hora del día.
Por su parte, Sobejano y Nieto plantearon en Groningen (Holanda) al iniciar el proyecto, la posibilidad de instalar a modo de "tabiques", unos muros-armario que mediante raíles ayudasen a la autoconfiguración de las habitaciones según los gustos del habitante. De esta manera se podían variar los tamaños a la espera de tener más hijos, invitados, o instalar un pequeño gimnasio.
Dosmasuno. Vivienda de protección oficial en Carabanchel, Madrid.

Pero imagino la posibilidad de que nuestras casas adquieran nuevas dimensiones según las necesidades y que no solo usen mecanismos que modifiquen la distribución de estancias. ¿Se podría plantear un sistema por el cual nosotros podamos añadir dormitorios a la vivienda?. Tal vez una respuesta rápida podría ser añadir volúmenes del estilo de Dosmasuno (arriba), una vivienda a la espera de ser ampliada. Por eso, el recurso usado por los arquitectos en este ejemplo de Carabanchel, por el cual añaden habitaciones en voladizo a un núcleo central siempre constante según requiera el programa más o menos habitaciones, podría dejarse al libre albedrío de los usuarios, ampliando sus pisos según fuesen a necesitar esas nuevas estancias. De esta forma, el crecimiento del edificio se haría de forma natural bajo un patrón de crecimiento organizado y predeterminado.
El peligro radica en la posibilidad de caer en los mecanismos, más propios de ingenieros que de arquitectos, o en las modas como la utilización de contenedores marítimos de mercancías. Con la debida reflexión y aplomo, debiéramos empezar a responder con las posibilidades que nos da la técnica en favor de la sociedad.

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