"42º latitud arte" es una iniciativa que trata de llevar a la calle el arte que de normal solo es posible visitar en galerías y museos, con el afán de democratizarlo e incluir el debate sobre este dentro de la sociedad, aunque los habitantes de Tudela terminen haciéndolo inconscientemente. Como los propios artistas remarcaron en la presentación, no solo los ciudadanos se acercan a sus obras, sino que ellos disfrutaron del contacto directo con el espectador tanto al final, como durante el proceso de creación. Un importantísimo salto de calidad de esta convocatoria que ha logrado atraer a un conjunto de artistas de fama internacional.
Estos son los 6 artistas y colectivos que nos hicieron disfrutar durante la semana del 25 al 30 de Septiembre:
Evan Roth:
El prestigioso graffitero estadounidense, nos deleitó todas las noches con un espectáculo de graffitis interactivos que jugaban con la arquitectura de los monumentos tudelanos y a la que se nos convocaba tan solo media hora antes, intentando así recordar lo oculto de la cultura libre graffitera. La tecnología que él ha desarrollado junto con "Graffiti Research Lab", le permite plasmar virtualmente las firmas y diseños de sus amigos, además de la de graffiteros locales en las fachadas, al tiempo que una nube de cajas completan la composición desprendiéndose de esta a cada trazo y rebotando en cada uno de los elementos arquitectónicos del edificio. Tras las proyecciones, el artista invitó a los espectadores a dibujar en estas paredes, gracias a una tecnología láser que le permitía al proyector plasmar estos nuevos diseños. Toda una experiencia para los niños de cualquier edad.
Jorge Rodríguez-Gerada:
El artista cubano-estadounidense afincado en Barcelona, regresó a Tudela tras una muy grata experiencia anterior tanto para él, como para la ciudad y plasmó este retrato hiper-realista a carboncillo en la calle Herrerías, una de las más transitadas del casco antiguo de la localidad. Está considerado como uno de los fundadores del movimiento Culture Jamming (interferencia cultural) y plasma en las principales ciudades de todo el mundo estos macro retratos de héroes cotidianos o simples habitantes de la urbe, en fachadas olvidadas, o muros medianeros a la espera de un vecino que los tape.
Mark Jenkins:
El escultor estadounidense es afamado por sus esculturas realistas y esperpénticas que realiza con materiales pobres como yeso y cinta americana. En Tudela nos ha regalado un conjunto de ellas que situó en el paseo del Queiles (obra de Rafael Moneo) y que por primera vez pintó de blanco. Con este gesto, quiso jugar con la transformación que un artista realiza sobre un espacio urbano, comenzando la coloración en sus propias esculturas y después expandiéndose por el espacio público, ya sea desde su "auto-retrato" pintando una farola, o mediante la lucha a brochazos entre dos niños. Esta coloración es una variante de su obra, pues rara vez el escultor es invitado a exponer en la calle, sino que cuando lo hace, es de forma clandestina. Tal vez una de sus obras más impactantes la hizo en Barcelona, en donde colocó un hombre con cabeza de caballo que rivalizó con las esculturas humanas de las ramblas.
Sam 3:
Tal vez es su actuación la más comentada y que más debate ha abierto. Situada en el antíguo convento de San Francisco, que posteriormente fue cárcel y cuartel de sementales, es uno de los edificios de plena actualidad en la ciudad tras encontrarse un antiguo mercado del siglo X y origen islámico, en la cata arqueológica previa a la construcción de la casa de cultura que diseña Rafael Moneo en su lugar.
La imagen muestra el negativo de un hombre que gatea tirado por un burro a escala natural. Un claro referente a los usos que este edificio ha tenido a lo largo de la historia, no en vano, el burro se situa junto a la puerta por donde salían los sementales a realizar su placentera tarea. Una actuación que domina una de las calles más centricas de la localidad navarra y con más tránsito rodado. Un magnífico trabajo del artista murciano que tiene en esta técnica su seña de identidad más clara.
Sixeart:
Por su parte, el artista catalán regaló a la ciudad su colorista composición mitad paloma, mitad cigüeña, dos aves que sobre pueblan las cornisas tudelanas. Situada junto a dos palacios barrocos y la catedral, domina una pequeña plazuela de reciente creación, eclipsando espacios públicos más turísticos, aportando vida y color a un paisaje urbano de clara predominancia gris piedra y ocre ladrillo viejo, un nuevo lugar que visitar junto a edificios de gran importancia patrimonial.
Como el artista destacó, de joven pintaba palomas que al echarlas a volar, podías seguir y eran seguidas por las demás, esto le inspiró para este mural, junto con la clara presencia de estos animales en Tudela. También quiso expresar y agradecer la oportunidad de pintar toda una fachada de este color gris, pues es el usado en Barcelona para tapar los murales que él hace de forma clandestina y que el ayuntamiento de la ciudad condal no entiende como arte sino, como "barbarie". Una personal venganza a 400 km de distancia.
Siete Puertas:
El colectivo Siete Puertas, fue la representación local en esta iniciativa. Conformado por diversos profesionales de la enseñanza, decidieron crear un grupo desde el que acercar el arte contemporáneo a Tudela. Han sido varias las instalaciones que han realizado en su ciudad, siendo el reciclage su mayor seña de identidad: 7 puertas, cocodrilo de botellas en el Ebro, etc.
En esta ocasión nos deleitaron con la escultura Yo, mi, me, conmigo...", una obra que se centra en el egocentrismo, al tiempo que nos invita a colocarnos en los zapatos del otro. Una escultura de madera, metra quilato e innumerables calzados que nos invitaba a la reflexión personal. Situada en el centro cultural Castell-Ruíz, antiguo colegio de Jesuitas.
¿A ver que me ha traído mi madre? fue la magnífica frase de una de las componentes del colectivo mientras vaciaba una bolsa llena de zapatos. Un ejemplo de la actitud modesta, pero llena de ilusión de quien se codea con lo más granado del panorama artístico internacional.
Conclusiones:
Ha sido una autentica alegría para mí como tudelano poder disfrutar de esta semana de arte contemporáneo urbano en mi localidad, disfrutar de interesantísimas charlas con los artistas y pasear redescubriendo las calles que siempre he habitado, siendo conciente del salto de calidad que han experimentado con estas obras.
Quisiera agradecerles a todos los artistas su presencia, en especial a Evan Roth por haberme facilitado las fotos y el vídeo, dandome su permiso para publicarlos y al fotógrafo y diseñador gráfico Calacaflca, quien ha me ha cedido sus fotos y ha compartido esta experiencia conmigo. Vereis sus impresiones y todas sus fotos en este enlace.
Resulta muy interesante la posibilidad de convertir en arte las paredes y medianeras que de normal son consideradas molestias visuales, no con el uso de trampantojos como acostumbran en Madrid o Toledo, sino con expresiones contemporáneas. Esta experiencia no solo ha durado una semana, sino que mejora la ciudad hasta que el tiempo de cuenta de las obras artísticas.
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