domingo, 11 de abril de 2010

Menos es más, pero quiero aun más


Palacio de congresos y auditorio de Navarra Baluarte, Pamplona. Arq: Francisco Mangado.

En alguna ocasión, algún compañero me ha reprochado la simplicidad de los volúmenes que componen mis diseños, reprochándome que no me anime ahora que no tengo limitación presupuestaria, a divertirme con formas menos racionales, menos "empaquetadas" como a mi me gusta disponer... cajas de zapatos. Bueno, nunca he tenido una respuesta racional que ofrecer, mis diseños salen de la experiencia personal y mi sensibilidad compositiva, y esta me lleva por estos caminos. No quiero forzarme a trazar líneas que no conozca o sepa controlar, por el simple hecho de cambiar de estilo.

Y viendo la carrera de algún estudio de reconocido prestigio, me doy cuenta de que estos arquitectos han recorrido este camino que a mi me empieza a parecer inevitable. Por ejemplo, Mangado. El navarro se ha caracterizado por lo ortogonal de sus edificios, racionales y con volúmenes que siempre respondían a la necesidad espacial interna. Una buena planta organizada y bien urbanizada, le daría como resultado de forma inmediata el resto del edificio. Unos gestos simples y elegantes que hoy nos brindan, entre otros, edificios como el Baluarte (arriba).


Palacio de congresos de Ávila. Arq: Francisco Mangado.

Pero es como si el estellés, se empezase a cansar de sus propias formas, de su estilo y empezase a buscar nuevas vías de expresarse, de experimentar. En Ávila, podemos encontrar muchas similitudes con el Baluarte por lo parecido del programa y por estar condicionadas ambas construcciones por sendas murallas históricas. Un volumen pétreo y sobrio del que surgen otros más altos que dan cabida a los escenarios y teatros interiores, haciendo muy atractivo su perfil. Pero el entorno menos urbano y condicionado por la pendiente agreste avilense, junto con las ganas de experimentar, le anima a introducir una cubierta quebrada, formas hasta ahora poco acostumbradas en su obra.

Esta deriva se irá potenciando en sucesivas obras como su reciente museo en Vitoria, o el futuro Palacio de congreso de Palma de Mallorca, trasladando estos quiebros angulosos también a las plantas. ¿Se ha aburrido el arquitecto de su auto impuesto estilo? ¿Me pasará lo mismo?.


1ª imagen: Museo de Kanazawa. Arq: Sanaa
2ª imagen: Rolex learning center. Arq: Sanaa

Puede que les pase lo mismo a los recién galardonados con el Priztker, Sanaa. Sus edificios son sinónimo de composición geométrica, ya sean círculos, rectángulos o ambos juntos, sobre todo en plana. Un juego de hormigón y vidrio magnífico que logra reinterpretar la arquitectura. Y sin dejar de componer sus características plantas, en la central relojera suiza, parecen necesitar un plus, un juego en sección que eleva sus hasta ahora llanos suelos, para jugar con ellos, crear "puentes" y rampas que cambien nuestra cota a voluntad de los diseñadores.

1 comentario:

  1. De acuerdo contigo Jesús. Lo cierto es que estoy muy contento con mis cajitas, no creo que las cambie en mucho tiempo.

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