domingo, 23 de agosto de 2009

El crater Roden de James Turrell


James Turrell, es uno de los mayores exponentes del land art. En el caso que me ocupa, su actuación se centra en el cráter de un pequeño volcán en mitad del desierto de Arizona (EEUU), que debido a la erosión del viento, adopta una forma perfecta de cono truncado.

En lo alto del citado volcán, el artista excava una serie de galerías con la intención de que sean recorridas, las cuales siempre se ven enfocadas hacia unas salas de formas curvas (elipses, círculos...). Es la intensidad de los puntos focales y el hecho de ser las únicas entradas de luz natural, lo que nos invita a caminar por las galerías.

En esta serie de imágenes, podemos adivinar las sensaciones que captamos al discurrir por la última galería que nos conduce a la sala final. Primero vemos un gran círculo al final del túnel en forma de cerradura, en la cual el individuo encaja como llave maestra, mientras se potencia la forma esférica de la cúpula celeste del exterior. Según te adentras en este, ves atónito como lo que era un círculo se empieza a estirar, pasando a ser una elipse a cada paso más esbelta. La asimilación de estas formas, con la cúpula celeste en un principio, o con un ojo humano al final, hace que en nuestro subconsciente, pasemos de admirar la obra como un elogio al universo, a un espacio de introspección personal, individual... ¿egoísta?

La obra queda rematada con una escalera que sigue jugando con las perspectivas, pues los peldaños son elípticos y no rectos como aparentan en la primera foto y además, sus peldaños son el doble de grandes que los habituales. Esto sospecho que te hará estar pendiente de la escalera al salir, haciéndote consciente del cielo y el horizonte, siempre negado, cuando estés en tu totalidad fuera de la actuación. En ese momento te vuelves como escalador al Everest para comprender lo que has logrado subir, pero viendo sin embargo por sorpresa una imagen que nos recuerda a la que pudo ver Amstrong desde la luna... una tierra que nos apacigua y nos devuelve a la realidad.


En primer lugar, no me ocupo de ningún objeto. El objeto es la percepción misma. En segundo lugar, no me ocupo de ninguna imagen, porque quiero evitar el pensamiento simbólico asociativo. En tercer lugar, tampoco me ocupo de ningún objetivo ni de ningún punto en especial donde mirar. Sin objeto, sin imagen y sin objetivo, ¿qué es lo que miras? Te miras a ti mismo.
James Turrell

Video:http://www.youtube.com/watch?v=oANL6ZwCSP0&feature=PlayList&p=941302603AD6F6F4&playnext=1&playnext_from=PL&index=7

3 comentarios:

  1. Hola!! claro que puedes copiar cosillas mias en tu blog, ya ves que ahora de momento estoy un poco liadilla para mandarte cuentitos... pero me haria mucha ilusion q lo incluyeras!! te mando mail en cuanto pueda y te cuento, mil besossss y gracias por tus coments en el blog

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