Aquellos que defendemos el proceso de construcción europea, en muchas ocasiones hemos demandado además de una constitución común, una moneda y una única voz internacional, la creación de un único cuerpo militar continental que apoye nuestros intereses internacionales.
A este respecto se han dado tímidos pasos como el Eurocorp, primera unión de carácter militar que han formalizado algunos miembros de la UE y que sirve de experimento ante la posibilidad de terminar creando un ejército europeo. Pero tal vez han sido estos últimos dos años, en los que hemos visto más cercana esta posible realidad. Tras la inoperancia del continente en los diferentes conflictos de los Balcanes, en los que fue EEUU quién realmente actuó con lideradgo, la operación en contra de la piratería en el Indico ha demostrado la capacidad de actuar de forma conjunta, contundente y adecuada ante una amenaza en la seguridad internacional. La operación Atalanta ha resultado ser la mejor propaganda para la causa.
Y esta semana, en plena crisis económica en la que los estados buscan maneras de recortar el presupuesto, Reino Unido y Francia firman un tratado de colaboración militar sin parangón. Tras dicho tratado, compartirán bases, fuerzas navales y sus capacidades nucleares. Por fin han comprendido que un ejército unido, también resulta mucho más barato.
Pero este movimiento es mucho más significativo, el tratado les obliga a mantener una política común ante retos como la guerra de Irak, en la que sendos gobiernos tomaron caminos distintos, porque ahora las fuerzas armadas tendrán que acudir de manera conjunta en muchos casos. Exactamente lo mismo que ocurriría a escala de la Unión si se construyese un ejército europeo. Una única fuerza militar, una única voz.
Si algún dirigente con carácter y decisión, si acaso nos quedan de esos por el viejo continente, pudiese ver la oportunidad de oro que se le brinda, se lanzaría de inmediato a buscarla. El mayor problema que era el Reino Unido y su flema colonialista y monárquica, ya se ha salvado, tan solo nos falta quien se anime a abanderar el proyecto.
Y esta semana, en plena crisis económica en la que los estados buscan maneras de recortar el presupuesto, Reino Unido y Francia firman un tratado de colaboración militar sin parangón. Tras dicho tratado, compartirán bases, fuerzas navales y sus capacidades nucleares. Por fin han comprendido que un ejército unido, también resulta mucho más barato.
Pero este movimiento es mucho más significativo, el tratado les obliga a mantener una política común ante retos como la guerra de Irak, en la que sendos gobiernos tomaron caminos distintos, porque ahora las fuerzas armadas tendrán que acudir de manera conjunta en muchos casos. Exactamente lo mismo que ocurriría a escala de la Unión si se construyese un ejército europeo. Una única fuerza militar, una única voz.
Si algún dirigente con carácter y decisión, si acaso nos quedan de esos por el viejo continente, pudiese ver la oportunidad de oro que se le brinda, se lanzaría de inmediato a buscarla. El mayor problema que era el Reino Unido y su flema colonialista y monárquica, ya se ha salvado, tan solo nos falta quien se anime a abanderar el proyecto.
SI SEÑOR!!!! HERAMOS POCOS Y PARIO LA ABUELA...
ResponderEliminarHeramos pocos... y los que faltan por ser
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