El fundamental arquitecto para Barcelona, Oriol Bohigas, junto con sus socios de MBM, diseñaron este servil edificio de las Ramblas. Más que un bloque de oficinas al uso, resulta una operación urbanística en toda regla, pues en vez de hacer una edificación de manzana, se decide abrir una calle que haga más presente al barrio gótico de la ciudad condal desde una de sus principales arterias. La nueva calle, no es sino una ventana que se abre en mitad de la avenida, por la cual ver la torre de la iglesia de Santa María del Pino, mientras con un vuelo en planta quinta, aporta la continuidad de fachada que merece una vía de semejante importancia.
En Múltiples podemos leer:
La arquitectura existente, en ese diálogo ya iniciado, tiene derecho de enriquecerse y ganar con lo nuevo. Lo nuevo tiene con lo existente, deber de urbanidad, es decir, de atención y comedimiento. La ciudad y el paisaje estaban expectantes antes incluso que existiesen como tales. Otras construcciones dejaron huellas sobre el solar y éste guarda memoria viva de ello. Todo estaba dispuesto para dar gozosa cabida a la nueva obra.
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