Sin embargo, pese a estar consideradas como obras maestras de sus dos creadores, a mi me han resultado igual de lentas y tediosas.
A García Márquez lo conocí tras leer "Crónica de una muerte anunciada" y tras la grata sensación que esta novela me causó, empecé a leer con esmero "Cien años de soledad", con desigual fortuna. Mucho he oído hablar sobre esta obra, pues me preocupaba que no supiese apreciar la considerada segunda obra más importante en lengua castellana tras "El Quijote". Fue un alivio escuchar a muchos reconocidos literatos opinar igual que yo y al propio autor reconocer que no era su obra favorita. Pese a su magnífica forma de narrar, muy subrealista e incluso excéntrica, la sucesión de hechos insólitos y la falta de referencia en algunos casos con el mundo real, terminaron por astiarme. Y es que cien años contados así, hicieron que terminase por artarme de Macondo y la familia Buendía.
Y es que "La cinta Blanca" (Das weisse Band) pese a tener un claro referente histórico y geográfico, con un tiempo acotado en el que transcurre la acción, sufre de la misma lentitud en su trama. Lo que en la novela resulta año tras año, en la película son día tras día, o estacón tras estación... un largo peregrinar por el tiempo con sucesos que poco nos llaman la atención, como para involucrarnos del todo en la trama.
Sin embargo, si reconozco la brillantez de la narrativa de García Márquez y la preciosa fotografía y cuidada imagen de Haneke. En esto ambos sientan precedente. ¿Pero acaso en las dos disciplinas no importa también la implicación del espectador o leyente dentro de la trama?, si es así, por lo menos desde mi punto de vista y experiencia personal, en ambos casos veo desorbitado el reconocimiento alcanzado. Creo que el cine europeo y latino americano han hecho mejores obras este año, como para que sea galardonada con el premio a mejor película de habla no inglesa en los Oscar.
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