Poco hay que explicar de ese día. Por hacer una comparativa contemporánea, es el mismo sentimiento que en muchos levantó la proclamación de Obama como presidente, en una España llena de desigualdades, en especial en el mundo rural. Poco sospechaban entonces el futuro tan aciago que se les venía.
Esta foto la podemos ver en el museo Reina Sofía de Madrid, junto con la mítica instantánea de Capa y su miliciano muriendo. En un rincón, casi pasa desapercibida, en especial por estar situada justo tras el Guernica y la colección de Picaso. Pero si algo me llama la atención de ella, es lo impersonal de la misma, pues sin un cartelito que te diga qué es, perféctamente podríamos ubicarla en cualquier parte del mundo. A ello ayuda lo irreconocible de la calle infestada de alegres gentes y lo indefinido de unas banderas, que a contra luz y en blanco y negro, no dejan saber de cuales se trata.
Lucha en las calles de Barcelona. Fotógrafo: Agustín Centelles.
Considerado el Capa español, Centelles retrató en primera persona el sufrimiento de la guerra civil española, y la moral distraida de la misma. Fueron quienes pusieron las bases del foto periodismo de hoy en día.
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