miércoles, 23 de febrero de 2011

Plantas, arquitectura y jardines verticales

Todos conocemos este jardín vertical, el cual captó toda la atención de los medios de comunicación el día de su inauguración. Pero este tipo de mantos verdes resultan carísimos tanto de instalar, como de mantener. Y las soluciones que en principio nos pueden parecer más asequibles, resultan inciertas, guardan innumerables problemas y habitualmente terminan en fracaso.

Mi experiencia siempre me ha hecho dudar de la jardinería como herramienta para lograr según que fines. En mi infancia invertí gran parte de mis horas de ocio detrás de una pelotita en el paseo del Queiles de Tudela, el cual supuso todo un laboratorio de jardinería.

El parque, obra de Moneo Y Blasco, apostaba por la creación de una pérgola que con el paso de los años debía ser cubierta por plantas trepadoras. Para ello, la estructura de hormigón era complementada por una red de alambres que servirían de guía, pero estas plantas al llegar a la máxima altura y tratar de expandirse por lo cables, terminaban cediendo a la grabedad,  descolgándose sin remedio. Un fracaso que se confirmó cuando el ayuntamiento cubrió dicha pérgola.

Otro de los experimentos, fue la colocación de una serie de arcos a lo largo de un camino, los cuales acogían unos pinos que los jardineros se afanaron en guiar por ellos. Con ello, se buscaba dar sombra y crear un acceso idílico a la residencia de ancianos que en el parque se encuentra, sin embargo, los pinos nunca crecieron lo suficiente y nunca cerraron los arcos. Y por último, se dispusieron una serie de arbustos que al igual que hace hoy Moneo en la cubierta del Prado con bogs, conformasen unos diseños geométricos. El problema de este tipo de plantas es que al podarlo constantemente, la planta no crece en volumen, pero continua aumentando su ramaje mientras el jardinero le disminuye la cantidad de hojas, con lo que termina muriendo.

Y con esto llegamos al último fracaso que han reflejado los medios (noticia El País).

Hace un par de años visité la nueva barriada de Vallecas con un amigo para ver el laboratorio arquitectónico en el que se ha convertido, y mantuvimos un debate sobre la viabilidad de la propuesta del arquitecto chileno Germán del Sol. El tiempo parece haberme dado la razón.

Las plantas trepadoras que debían cubrir el edificio guiadas por los "andamios" que vemos en la imagen, nunca alcanzaron más de un metro de altura y el 3D que adjunto parece imposible que lleguemos a conocerlo. De haber funcionado, estas planta hubiesen ayudado en unos años a mejorar los valores térmicos y el consumo energético del edificio, pero como ya he expresado, no veo acertado confiar este fenómeno al crecimiento de estas plantas, menos aun cuando estas dependen de un vecindario que parece no haber entendido la función de esos andamios que no paran de pedir que sean eliminados.

Sin embargo, en muchas ocasiones, sin perseguirlo, se ha logrado que la vegetación ayude al mimetismo de la arquitectura en el entorno. Un gran ejemplo puede ser el museo de arte contemporáneo de Santiago de Compostela diseñado en piedra por Siza. El húmedo y lluvioso clima gallego no hace distinciones y viste todo el casco antiguo compostelano con musgos y líquenes que no han dejado exentas ni piedras románicas, ni contemporáneas.

Sabiendo esto, los arquitectos Nieto y Sobejano, esperan que este mismo fenómeno ocurra en su último proyecto en San Sebastián. Para ello favorecen la aparición de esta vegetación con una fachada perforada en la que "plantarán" las semillas que dan origen a estos musgos. Mi única duda es la orientación sur de la ampliación del museo de San Telmo, en especial en la plaza Zuloaga (en imagen), pues todos sabemos que estas plantas prefieren la orientación norte.

4 comentarios:

  1. Iñigo,

    Muy buen artículo. Estoy contigo en la duda sobre que los musgos y líquenes prefieren la orientación norte, pero esperemos que el clima casi siempre nublado y lluvioso de San Sebastián ayude a que si proliferen. Eso si, en verano seguro que las pasan negras...

    Saludos desde http://textosa.es

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  2. Es exactamente lo que defienden los arquitectos y ojalá funcione, el proyecto resulta muy interesante.

    Gracias por el comentario.

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  3. Qué gracioso! para el primer concurso de la emvs propuse también poner trepadoras...aunque con muchas dudas, porque tampoco creía mucho en ello, sobre todo por las labores de mantenimiento que necesitan. Pero aún así creo que no hay que desechar esa solución, sólo trabajarla más siendo conscientes de dónde van a estar y el cuidado que necesitan. Para unas viviendas de vpo en vallecas parece evidente que no es el lugar, y más de la forma en que el proyecto de Germán del Sol lo hace.

    Aquí dejo dos ejemplos que ví cuando estaba investigando el tema, que parece que funcionan, curiosamente ambos en sudamérica...

    http://www.plataformaarquitectura.cl/2009/01/21/edificio-consorcio-sede-santiago-enrique-browne-borja-huidobro/

    http://us.arqa.com/index.php/esp/arquitectura/edificio-vilela-nunez.html

    No comparto tu opinión cuando hablas del intento fallido de Moneo en el parque, yo no conozco esa obra en particular, pero he visto muchas otras donde sí funciona, y creo que es un acierto utilizar dicha solución, trabajándola bien, por supuesto, y sabiendo elegir bien las especies según la localización.

    Para terminar, otro link que vi también proponiendo usos de la vegetación, que me pareció interesante.

    http://www.urbanarbolismo.es/blog/?p=758

    Un saludo

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  4. Cierto es que bien tratadas, ciertas obras han logrado buenos resultados con este tipo de plantas y todos conocemos jardines históricos donde las pérgolas vestidas de plantas se hacen protagonistas de los espacios de recreo y descanso. Pero si algo tienen en común los ejemplos que has compartido, son como apuntas, que están en Latinoamérica y que cada altura, dispone de plantas independientes y no como en el caso de Vallecas, en donde se trata de unas cepas que se suponía tendrían que cubrir desde cota cero todo el edificio.

    Tanto en Madrid, como en el valle del Ebro (segunda región europea en horas de sol tras Almería) característico por sus desiertos (Monegros, Bardenas Reales, etc...) no parecen lugares en los que confiar estrategias a la jardinería.

    Este post surgió tras hablar toda una tarde con un amigo forestal, en la que terminamos coincidiendo en que la jardinería más apropiada, es aquella realizada con plantas autóctonas... nada que no se haya dicho por activa y por pasiva en muchos otros foros.

    Un saludo y gracias por aportar tu experiencia.

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